Y finalmente quise de ti, finalmente no fue sólo un capricho, pero el tiempo quiso que finalmente yo no fuera sino más una ilusión. Mas, tú eres la ilusión y eres la mujer imaginaria, esa que conoció Nicanor. Tal vez esas voces te crearon, la locura, las letardías de la mañana. ¡ESO! Eso es, eres una mujer imaginaria, porque de otra manera es que ¿sólo puedo tocarte en sueños?
Eres sueño recurrente, de esos inquietantes. Logro sentir tu respiración y comprendo que es un hada susurrando al hablar, te escucho cercana y es aquél pájaro que canta al despertar, puedo sentir tu caminar ligero y audaz, y te veo, distante, distante y te quedas atrás. Y pienso "¿qué ha de enojar a tal amiga imaginaria?" y sonrío sólo sonrío al despertar.
Es que eres una extraña amiga imaginaria, a una que quiero de verdad -en mi imaginación-, quiero soñarte, eres un lindo y extraño sueño. Quizás un día te conozca y estés ahí al despertar.
Lastima eres un sueño nada más, y los sueños, sueños son.