viernes, 21 de febrero de 2014

Psicósis amorosi.

Te odio Isabel Ignacia.
Comienzo mi historia con "Te odio"  y lo cito porque tengo un complejo incomprensible con repetir las cosas, y no como un recurso literario (sí, podría dármelas de loser y decir que es la Aliteración). Porque a nadie le importan los métodos estilísticos en una declaración de desprecio, sólo interesa saber el resquemor que se ha producido para llegar a tal punto, o las causas de esto.

Te odio porque detesto hacerme a la idea de tu abandono emocional, acostumbro yo a dejar.
Te odio porque tu sinceridad suele calar hondo en mi y me sacas de mi centro (odio la frase o el concepto de tener un centro, siento como si estuviesemos hablando de un auto o en mi caso, de un camión mal alineado), y haces que esas concepciones de mi misma y la dificultad de expresar emocionalidad se anulen y a nadie le gusta sentirse anulada.
Te odio porque siento que contigo no escondo nada más que mi propia falta de conocimiento y cultura (bajo la convención social, que la miran, sí, miran, como las Bellas Artes) pero a la vez sé que lo sabes porque tendemos a aprender y a estudiar solo para refugiarnos y sentirnos protegidas del resto, sí, lo digo como si estuviera diciéndotelo porque lo conversamos en una noche de ebriedad pero por sobre todo te odio por no poder tocarte, porque me encantan tus manos pequeñas y tiritonas como de niña nerviosa y tímida, porque me gusta tocar tu pelo crespo y suave, mirar tus ojos de mujer adulta que aún no abandona la ternura infantil ni la incertidumbre adolescente, porque siempre que estás a mi lado y me abrazas adoro sentir tu olor y que pongas tu cabeza en mi hombro y es en ese mismo momento donde te abrazo y me haces sentir tan fuerte y a la vez tan dependiente que no quisiera jamás dejar de rodearte con abrazos.

Creo que tengo un problema, creo que te transformaste en un problema, creo que me convertí en una obsesiva y necesitada de ti, y eso no es lo que más me preocupa, me preocupa que con cada una  y todas las personas con las que he estado he pasado por esta estapa de psicosis, excepto por quién es a quién verdaderamente amo, lo que lo hace un tanto y más que un tanto extraño. Asimismo, solo aceptaré en este momento que te extrañaré y te odio, te odio por tener que decirte adiós.