domingo, 2 de noviembre de 2008

Miedo de sentir, miedo de soñar, miedo de amar, miedo de perder,
miedo de aburrir, miedo de cambiar, miedo de aprender, miedo de crecer.

Miedo que me impide llorar incluso cuando mi alma está a punto de estallar.
Es un miedo tan intenso...

Como quisiera volver a mis raíces, volver a sentir
volver a soñar, e incluso a vivir.

Pero este miedo interminable, que me apresa, me condena a esa prisión sin rejas,
a ese dolor ambiguo, intolerable que se apodero de mi, en aquel instante.

Dejándome sin fuerzas, sin animos, arrebatándome mis sueños, mis esperanzas,
despojandome de lo unico añoraba, las ansias de vivir, como yo esperaba...

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